Abordaje del paciente con vejiga hiperactiva

NIVEL: INTERMEDIO

Vejiga hiperactiva

El síndrome de vejiga hiperactiva (VH) se compone de un conjunto de síntomas como: urgencia urinaria (el deseo repentino y apremiante de orinar que es difícil de contener), frecuencia y nocturia (generalmente) e incontinencia (a veces). La frecuencia urinaria diurna que reporta el paciente es subjetiva. La incontinencia urinaria de urgencia es la pérdida involuntaria de orina acompañada, o inmediatamente precedida, de urgencia.1

Está demostrado que estos síntomas causan un impacto negativo en varios aspectos de la calidad de vida del paciente.2 El éxito terapéutico de esta condición depende en gran medida de un diagnóstico temprano, por eso, en este artículo encontrará una serie de recomendaciones acerca de los aspectos que es conveniente verificar en un primer acercamiento con un paciente con sospecha de vejiga hiperactiva. Asimismo, mencionamos las líneas de tratamiento disponibles y cómo hay que pasar de una a otra para evitar que la VH reduzca la calidad de vida del paciente.

Indagaciones iniciales

Cuando los pacientes presentan síntomas que sugieren hiperactividad vesical, se debe realizar una evaluación básica. La historia clínica y el nivel de molestia que manifieste el paciente son especialmente importantes para identificar los síntomas. Aunque es básico hacer una historia clínica exhaustiva en ambos géneros, que cubra todas las preguntas relevantes, esto debe ser más exhaustivo en los pacientes masculinos, quienes pueden no ser francos sobre sus problemas. En los hombres, la hiperactividad vesical y la obstrucción de salida de la vejiga a menudo pueden coexistir, por lo que suelen estar más molestos por los síntomas de la VH. El grado de molestia es importante para orientar el tratamiento y la gestión de las expectativas.3

El primer paso para poder diagnosticar al paciente es hacer preguntas clave que ayuden a identificar si los síntomas del tracto urinario inferior (o LUTS, que son las siglas en inglés de Lower Urinary Tract Symptoms) corresponden a la VH. Dichas preguntas pueden ser:3

  • ¿Sufre incomodidad a causa de los síntomas de urgencia, frecuencia, nocturia, incontinencia, incapacidad de vaciado vesical o escasez en la cantidad de orina?

  • ¿Los síntomas son más irritativos o de almacenamiento (vejiga) o son más obstructivos y tienen que ver con el vaciado vesical (salida)?

Una vez que el paciente haya respondido a estos planteamientos y haya dado tantos detalles como sea posible, el médico debe verificar los siguientes aspectos:3

Imagen creada a partir de: Eapen R, Radomski S. Gender differences in overactive bladder. Can J Urol. 2018; 23(supl 1):2-9.

Además de lo anterior, es importante estar atento a los siguientes factores relacionados con los síntomas urinarios, ya que pueden ser señales de alarma:3

• Histerectomía previa, en el caso de pacientes femeninos.

• Cirugías de la próstata, en el caso de los pacientes masculinos.

• Presencia de infecciones recurrentes del tracto urinario.

• Dificultad del vaciamiento de la vejiga.

• Alargamiento del nódulo prostático.

• Niveles elevados del antígeno prostático específico. 

• Hematuria sin infección.

• Prolapso pélvico sintomático.

Discutiendo el tratamiento

El tratamiento para la vejiga hiperactiva en ambos géneros debe seguir un enfoque escalonado, comenzando con las medidas más conservadoras.3 En el primer acercamiento también es importante evaluar qué tanta molestia están causando los síntomas en el paciente, pues muchas personas solo quieren verificar que estos no sean señal de una enfermedad que ponga en riesgo su vida. 3

Esta también debe ser una oportunidad para que el médico y el paciente discutan sobre las modificaciones en el estilo de vida y las terapias conductuales. Estas deben iniciar cuanto antes y mantenerse a la par de varios otros tratamientos. La pérdida de peso, el ejercicio, el cese del tabaquismo y la modificación de la ingesta de líquidos y cafeína pueden ser difíciles de implementar con éxito en la vida de los pacientes, pero estas medidas deben ser alentadas. Por su parte, la terapia conductual tiene como objetivo enseñar a los pacientes a controlar la vejiga y mejorar sus síntomas.3

Las líneas de tratamiento

Los cambios de estilo de vida y conductuales son la primera línea de tratamiento. Si esta resulta insuficiente para controlar los síntomas, es posible evaluar la opción de pasar a la segunda línea, pero hay que tener en cuenta que para los síntomas irritativos o de almacenamiento se deben considerar antimuscarínicos o agonistas beta 3 adrenérgicos. También se debe tener presente que, en pacientes de sexo masculino, si se identifica algún grado de obstrucción, se debe considerar tratamiento con un α-bloqueador o un inhibidor PDE5.3

En caso de que este tratamiento falle, o que el paciente manifieste intolerancia o falta de adherencia,  hay que valorar la posibilidad de pasar a la tercera línea de tratamiento.4

En la tercera línea de tratamiento encontramos la opción de aplicar inyecciones intradetrusoras de Toxina Botulínica tipo A (Botox®). Este tratamiento ha demostrado generar efectos desde la primera semana tras su aplicación, que han evidenciado reducciones de hasta un 100 % en la incontinencia urinaria causada por la VH4 y cuyo efecto dura de 6 a 9 meses. El tratamiento con Botox®  ha demostrado que es seguro y efectivo5-6 y que mejora la calidad de vida de los pacientes que padecen el síndrome de vejiga hiperactiva.4,5

El síndrome de vejiga hiperactiva involucra síntomas que impactan de manera negativa la calidad de vida del paciente porque afectan varios aspectos de su día a día. Por lo tanto, es primordial diagnosticarlo de forma temprana para brindarle el tratamiento adecuado de manera temprana, con el objetivo de que el síndrome cause el menor impacto negativo posible en su calidad de vida.2

[1] Jayarajan J, Radomski S. Pharmacotherapy of overactive bladder in adults: a review of efficacy, tolerability, and quality of life. Res Rep Urol [Internet]. 2014 [acceso 12 de mayo de 2023];6. Disponible en: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.2147/RRU.S40034

[2] Jayarajan J, Radomski S. Pharmacotherapy of overactive bladder in adults: a review of efficacy, tolerability, and quality of life. Res Rep Urol [Internet]. 2014 [acceso 12 de mayo de 2023];6. Disponible en: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.2147/RRU.S40034

[3] Eapen R, Radomski S. Gender differences in overactive bladder. Can J Urol. 2018; 23(supl 1):2-9. https://www.canjurol.com/html/free-articles/V23I1S1F-06_DrRadomski.pdf

[4] Patiño G, Sánchez C, Iregui J, Fernández J. Guía vejiga hiperactiva no neurogénica en adultos. Guía de la Sociedad Colombiana de Urología. Urol Colomb. 2016;25(1):62.e1-62.e15. https://www.elsevier.es/es-revista-urologia-colombiana-398-articulo-guia-vejiga-hiperactiva-no-neurogenica-S0120789X16000253

[5] Hamid R, Lorenzo-Gomez M-F, Schulte-Baukloh H, Boroujerdi A, Patel A, Farrelly E. OnabotulinumtoxinA is a well tolerated and effective treatment for refractory overactive bladder in real-world practice. Int Urogynecol J. 2021;32(1):65-74

[6] Información para prescribir actualmente aprobada para el producto Botox® https://www.abbvie.com.co/content/dam/abbvie-dotcom/co/Products/Botox100u/INSColombia.pdf

CO-BUO-240020